Toda la información relevante del níspero

El níspero es una fruta cuya procedencia es de Asia, específicamente de las selvas de India, Indonesia, Filipinas y Malasia. Por la gran cantidad de propiedades nutricionales que posee, esta fruta es considerada como una de las más beneficiosas para nuestro organismo.

En el área de la que proviene el cultivo de níspero se ha practicado desde hace más de 3000 años. De allí gracias a las exportaciones a Europa, la fruta logró expandirse a otros territorios.

Características del níspero

Estas frutas prefieren condiciones climáticas templadas y submediterraneas para poder desarrollarse, por esta razón es normal que se encuentren en países como Turquía, Grecia, Bulgaria, Italia, España y en algunas zonas de Sudamérica, Sudáfrica y Nueva Zelanda.

Los árboles que dan este fruto llegan a crecer mucho y algunos ejemplares pueden alcanzar los 10 metros de altura aproximadamente. La floración ocurre a finales del otoño o a comienzos del invierno y cada flor alcanza un tamaño de 3 a 5 centímetros.

Las frutas de este árbol están maduras y listas para su consumo cuando está terminando el invierno o a principios de la primavera. El níspero es una fruta del tipo pomo piriforme, tiene una cáscara pilosa, la cual tiene un color amarillo, anaranjado o rojizo de acuerdo a su grado de maduración. La pulpa de esta fruta puede tener un color blanco, amarillo o anaranjado y se caracteriza por poseer un delicioso sabor dulce y ácido. En el centro suele tener una cantidad variable de pequeñas semillas.

En muchos aspectos, esta fruta se compara con la manzana, pues su forma y componentes nutricionales se asemejan mucho.

Propiedades nutricionales del Níspero

Esta fruta contiene una amplia variedad de nutrientes que forman parte de su composición. Aunque el compuesto que más resalta en su pulpa son los azúcares, los nísperos son ricos en taninos y contienen una alta cantidad de pectina, comparable a la de la manzana.

Casi el 78 % de su composición es agua, mientras que un 10 % lo constituyen las fibras solubles. Los nísperos tienen una proporción de vitamina E más alta que otras frutas. Tienen betacarotenos, minerales y oligoelementos como el calcio, magnesio, potasio, hierro y fósforo.

Todos estos nutrientes los proporcionan al mismo tiempo que aportan una muy poca cantidad de grasa y un valor calórico muy bajo (solo 47 kcal por cada 100 gramos).

También tiene vitamina B3, B6 y una pequeña proporción de vitamina C.

Beneficios del níspero

1.   Fortalece el sistema nervioso y el sistema inmune

La piridoxina o vitamina B6 que posee el níspero hace que esta fruta sea capas de fortalecer el sistema nervioso, pues esta sustancia tiene un papel importante en el metabolismo de las células que lo conforman. Esta vitamina también fortalece el sistema inmunológico.

2.   Protege la salud ocular y mejora la piel

 Los nísperos son ricos en betacarotenos, componentes que al entrar en el organismo se convierte en la importante vitamina A que es necesaria para fortalecer las células que están detrás de la retina. Esto significa que su consumo nos garantiza el mantenimiento de la salud ocular, mejoramiento en la textura de la piel y la protección de esta ante la radiación solar.

3.   Protege las arterias

Su contenido de vitamina E asegura ayuda a regular los niveles de colesterol en la sangre, evitando que este se oxide y provoque el endurecimiento de las paredes arteriales.

4.   Mejora la salud de los huesos y dientes

El fósforo, potasio y calcio que lo compone ayudan evitar la perdida de sustancia ósea. Además ayuda regular el pH en la sangre.

5.   Reduce el colesterol en la sangre

La concentración de pectina en este fruto es importante porque ayuda a que los niveles de colesterol malo en la sangre.

Contraindicaciones del níspero

Algunas personas tienden a ser intolerantes a la fructosa que contiene el níspero y tras su ingesta pueden experimentar dolor intenso y otras molestias intestinales. La causa de esto es una proteína llamada GLUT-5 que impide la correcta absorción de la fructosa, por lo que queda en los intestinos y las bacterias la degradan hasta convertirla en dióxido de carbono, hidrogeno y otros ácidos orgánicos. No obstante, los síntomas solo aparecen cuando se consume una alta cantidad de la fruta.